Con caballos muy mansos, acompañados por un guía, se comienza el recorrido por las tranquilas calles del pueblo, para ir a la zona de palmares y alrededores de la laguna Iberá.
Rincón de belleza incomparable donde se mezclan tres paisajes diferentes, la influencia de la selva Misionera, el Espinal Entrerriano y el Monte Chaqueño con sus palmares inundados.